Recuerdas que te decían cosas como ¡aguante no llore! o bien ¡el que se enoja pierde! o ¡pero no se enoje!; más adelante cosas como ¡acá no se puede estar triste o enojado! todas frases que apelan a un conjunto de comportamientos permitidos, asociados con algunas emociones que son “mejor vistas” que otras.

Ello, ha dado lugar a sistemas, relaciones, equipos carentes de empatía y respeto, sostenidos en personajes que han de actuar bajo ciertos estándares, que penalizan al diferente, al que se permite mostrarse. Podemos mejorar la gestión propia en el mar de las emociones, hacernos más responsable de ello, y contribuir a la creación de mejores experiencias de vida, relaciones y resultados. En esta lección te comparto un par de vídeos sobre los que me gustaría leer tus reflexiones.